ZAPATO
No me llamo Manuel con los zapatos puestos.
Tú me enseñaste a andar como la gente.
Pero ya no voy lejos.
Por favor, tonto útil, sepulcro de kilómetros,
yo no te quiero cuando estoy de viaje.
Mis pies son tuyos, yo te los regalo,
te doy también el cuerpo, te doy toda
mi zoología para que la aguantes,
yo no soy presidente, sólo escribo durmiendo.
Por favor, tonto útil, amigo de mis callos,
déjame sin zapato este poema.
Manuel del Cabral