EL ESCULTOR CIEGO
Pese a que no la ve, pone a ver la materia;
la trata como a un secreto inevitable;
sabe donde está el vacío
esperando la vida;
no vacilan sus manos de ciego;
no tantean sino tientan.
van precisas al sitio informe,
y lo llenan,
lo conforman,
lo crean.
No sé si está durmiendo,
no sé si está despierto,
pero de sus huesos
salen pájaros blancos
como vuelos lavados por su noche.
Manuel del Cabral