HUÉSPED MAYOR EN TRES INICIACIONES
INICIO PRIMERO
¿Tendrán los ciegos, oh infinito,
más niebla que los ojos que te miran?
He procurado contemplarte con la tranquilidad
que me es dable como humano.
Luego he querido hablar,
pero he comprendido que el sonido no es puro;
sólo cuando yo estoy junto a los niños
a nombrarte me atrevo, oh infinito.
A veces me es difícil convencerme
de que estoy hecho del material de tus distancias.
Pero si no viviera entre las sombras,
¿con qué estuvieran hechas mis preguntas?
Si no existiera la muerte de una madre o de una niña,
¿cómo podría pensar en ti,
en tu impasible silencio de grandeza?
¡Oh infinito, cómo puedo ser hombre
si tú desde lo alto me enseñaste a ser niño!
Manuel del Cabral