LA SUBSTANCIA POÉTICA DE GANIVET
"Parte de la substancia de nosotros
deberá ser la poesía".
El Duina es un poema trágico
una elegía de agua donde llega
la lírica substancia del preludio
más desolado del 98.
Por la Europa del Norte, España triste
encarnada en el ángel del suicidio.
Y pasa Ganivet con su Granada
o substancia doméstica,
con Pío Cid al lado y sin su reino,
con su alma esculpida igual que un drama lírico.
La manifestación no conformista
rodea su cadáver.
¿La disconformidad se llama España?
¿Se llama amor? ¿Son Amelia o Martina?
Una y otra, la misma, son substancia poética
igual que el hecho de existir.
Substancia o poesía; poesía o pasión.
Granada o Riga en niebla se sumergen.
¿El héroe es Don Quijote o es Ulises?
¿Regresa derrotado y abatido
o a la fidelidad de larga espera?
Los mitos nos encastan,
nos dan sentido y sueños diferentes.
La pira del 98 esperaba su tea.
Es tarde ya para acercarse
a la orilla o su muerte.
Pasa el Duina y se lleva
una angustia española, una substancia:
la que alimentar debe a la poesía.
Leopoldo de Luis