LOCUS SOLUS
El sol de Palermo después de tantos viajes
el sabor helado del Pernod en un balcón abierto….
Y seguir, seguir a través de un invierno confortable.
Pero el monólogo con uno mismo aburre
—aunque sea tantas veces necesario—
y la soledad no es solamente saber que se está solo.
Es como un pozo que no acabase nunca,
una vieja película que te hacen ver interminablemente
la convicción segura (no hace falta argumentos)
de que todo es inútil y todo caedizo…
De que vivir es solo haber vivido, y es ahora mentira.
Ni la luz portentosa que envuelve las palmeras,
ni el mar siciliano como un mineral móvil,
ni los cuerpos que la pasión ofrendan tras las flores…
Ni el susto del muchacho ante el revolver
—que hará caer el cielo— son verdad absoluta.
Hay una sombra siempre detrás del espectáculo.
Y si no es nuevo morir, vivir tampoco es nuevo.
Luis Antonio de Villena