AIRE, SOMBRA, POLVO, HUMO
I.
Vanidades de la tierra,
Fugaces pompas del mundo,
Glorias que el tiempo consume,
Placeres de amargo fruto;
Quimeras que fugitivas
Pasan en rápido curso,
Ciencia que hasta Dios levanta
La arrogancia de su orgullo;
Ansia que la vida enciende,
Fuego que apaga el sepulcro;
Poder, riqueza, hermosura,
Aire, sombra, polvo, humo.
II.
Grande es el mundo en que habito,
Pero mi nombre es más grande,
Porque las glorias del mundo
Dentro del mundo no caben.
Yo moriré, y mi recuerdo
Irá en los siglos que pasen;
Tendré mi nicho en la historia,
Será mi nombre un cadáver.
¡Gloria! resplandor humano
Que solo brilla un instante,
Vapor que el sol desvanece,
Humo, sombra, polvo, aire.
III.
Ciencia que en ti sola fías
Y de ti misma te asombras,
Que no hallas luz ni misterio
Que a tus miradas se esconda;
¿Quién insondable te oculta
En oscuridades hondas,
La medida sin medida
De la inmensidad que ignoras?
Ciencia de delirios llena
Que nuestra soberbia forja,
Rebelde ambición del hombre;
Humo, polvo, aire, sombra.
IV.
Hoy la gentil hermosura
Que resplandece en tu rostro,
De admiración llena el alma,
De dulce encanto los ojos.
Mañana, fecha terrible,
Plazo que se cumple pronto,
Serán tus encantos ruinas,
Será tu hermosura escombros.
La vida en la tierra es breve,
La juventud es un soplo,
Relámpago la belleza...
Humo, sombra, aire, polvo.
V.
Gloria es la llama que enciende
En el corazón oculto
Amor como el alma eterno,
Y como eterno profundo.
Ciencia es la fe que ilumina
Los arcanos más oscuros,
Luz de la virtud que humilde
Vive ignorada en el mundo.
Hermosura es la esperanza,
Conciencia de un bien augusto,
Germen de inmortal belleza
Que Dios en el alma puso.
Lo demás que a nuestros ojos
Pasa en rápido tumulto,
Es vanidad, es locura,
Aire, sombra, polvo, humo.
José Selgas y Carrasco