AQUÍ TIENES LA VIDA
Aquí tienes la vida que me diste.
Te restituyo lo que es tuyo. Quiero
ser de verdad en tu verdad. Espero.
ver, ya sin ojos, para qué me hiciste.
Si entré en el mundo, porque me metiste
en su vacío de motivo cero,
quiero zafarme en él, y persevero
en la fe sin medir que me pediste.
...Y viví a medias. Tuve el alma triste
cuando se me salió de tu venero.
Siempre soñé llegar a lo que existe
tras la evidencia. Quiero —ya no inquiero—
lo que esperé, Señor, y tú me diste:
empezar a vivir, cuando me muero.
Juan José Domenchina