LOS BOSQUES
Rueda-rueda de árboles, como antes.
Los pinos otra vez, los pinos puros,
mis eucaliptos cálidos y oscuros,
las sauces festoneando de diamantes,
y el agua mía, Sor María Agua,
el agua simple y misteriosa, mía,
que se mojara el ruedo de la enagua
juvenil ¡Sor María Lejanía!
Mis bosques del ensueño adolescente,
la intacta, lisa, modelada frente
y aquellos quince años de ventura
con el cielo, la vida y la esperanza.
¡El tiempo de la dicha sin balanza
y la credulidad en la ventura!
Juana de Ibarbourou