ANCHO ZURRÓN
Ancho zurrón, ni pan moreno lleva,
ni espiga antigua, ni naranja nueva.
El vacío me hiela, ese vacío
de arenal, de riscal, de seco río.
Y mi laurel ya lejos, y el lucero
ciego, en el cielo de desierto acero.
S ólo en la mano, con salada huella,
me dio la mar una callada estrella.
Ya no tengo más bien ni más fortuna
que la plata sin plata de la luna
y la abeja, la abeja de mi canto
matinal, me traerá sortija, encanto
de oro bermejo, puro y centellante
para alabar con lengua de diamante.
Juana de Ibarbourou