EN LA AGONÍA
No, retira esa droga, que no luche
por más tiempo del doctor...
¡Es muy tenaz!
Ven, que el latido de tu pecho escuche.
¡Ven, acércate más!
Dime, ¿quieres curarme? ¿Sí? Pues eso
fácil es y un remedio hay eficaz:
¡pon tu boca en mi boca y dame un beso
que no acabe jamás!
Julio Flórez