ORIENTAL
¿Te acuerdas? Una tarde me dijiste:
—Si yo te regalara mis cabellos,
¿qué harías tú con ellos?
Y yo te respondí, pálido y triste:
—Si un ave fuera yo, niña adorada,
Caro y Cuervo: una ave
formaría en un árbol florecido
con tus rubios cabellos blando nido;
¡Si fuera el claro sol de la alborada,
en vez de áureos destellos
lanzaría al espacio tus cabellos!
Si fuera yo la ondina de una fuente,
haría un abanico, en esta hora,
para aplacar el fuego de mi frente.
Mas, como soy el trovador que llora,
le pondría por cuerdas más vibrantes
tus cabellos flotantes
a mi lira sonora.
Julio Flórez