EL PAPA
¿Qué hiciste de tus ígneos anatemas?
¿qué del sonante látigo que un día
blandió el manso Jesús? ¿A dónde remas,
oh, Pescador, en noche tan sombría?
¡El Teutón y el Austríaco en pavoroso
desbordamiento arruinan los santuarios
donde se adora al Todopoderoso!
¡Y tú... sigues rezando tus rosarios!
¡Ni un grito aún de divinal coraje,
ni un encendido apóstrofe siquiera
que estigmatice el proceder salvaje!
No una fugaz reprobación cualquiera
es lo que aguarda, tras de tanto ultraje,
la humanidad... ¡Tu fallo es lo que espera!
Julio Flórez