EL GRAN TURCO
Matador de cristianos sempiterno,
hoy al terrible emperador adicto,
mofándose del cielo y del infierno
hace su agosto en al actual conflicto.
Desangrando cristianos en Armenia
y en donde quiera que los halla, acaso
piense que así, por medio de la anemia
podrá parar del cristianismo el paso.
El Káiser ha jurado guerra a muerte
a la Iglesia Católica... y se advierte,
sin embargo, que abriendo un hondo surco
de extrañeza en las almas, ¡hay cristianos
que aplauden con los pies y con las manos
las victorias del Káiser y del Turco!
Julio Flórez