EN EL FONDO
En los cuartos del sótano
algo hay que me recuerda un viejo barco.
Puede ser el olor del combustible
o los tubos de Julio Veme.
El Nautilus
hundido en el mar negro de la ciudad.
En sus entrañas
este piso al que anega otro pasado
y es submarino y subterráneo.
Así no fue tan grande la sorpresa
de ver a la sirena contemplando
su desnudez perfecta ante el espejo.
Agua era el aire o cosa parecida.
Le hablé y me contestó en su lengua de olas.
En su cara leí que me decía.
Al abrazarla me hice mar con ella.
Ahora que me dejó me hundí en el fondo
y entre tanto naufragio me he vuelto arena.
José Emilio Pacheco