LA DAMA I
La dama i, vagorosa
en la niebla del lago,
canto las finas trovas,
va en su góndola encantada
de papel a la misa
verde de la mañana.
Y en su ruta va cogiendo
las dormidas umbelas
y los papiros muertos.
Los sueños rubios de aroma
despiertan blandamente
su sardana en las hojas.
Y parte dulce, adormida,
a la borrasca iglesia
de la luz amarilla.
José María Eguren