MARGINAL
En la orilla contemplo
suaves, ligeras,
con sus penachos finos,
las cañaveras.
Las totoras caídas,
de ocre pintadas,
el verde musgo adornan,
iluminadas.
Campanillas presentan
su dulce poma
que licores destila,
de fino aroma.
En parejas discurren
verdes alciones,
que descienden y buscan
los camarones.
Allí, gratos se aduermen
los guarangales,
y por la sombra juegan
los recentales.
Ora ves largas alas,
cabezas brunas
de las garzas que vienen
de las lagunas.
Y las almas campestres,
con grande anhelo,
en la espuma rosada
miran su cielo.
Mientras oyen que cunde
tras los cañares,
la canción fugitiva
de esos lugares.
José María Eguren