LA MUERTE DEL ÁRBOL
La muerte del sauce viejo
miraban los elefantes,
cerca los montes gigantes.
Al vespertino reflejo,
escuchan alucinantes
la muerte del sauce viejo.
Levantan, con pena honda,
la fusca pálida fronda
de galanuras perdidas.
Como los ancianos druidas,
lo cercan ensimismados;
y en fetiquista concierto,
ululan al sauce muerto,
gigantes, arrodillados.
José María Eguren