REDOBLE BAJO UNA CEIBA
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Entre el moribundo y el muerto
Cómo zumba el asombro,
Cómo zumba el insecto burlón del silencio;
Cómo en esa mirada de pez sobre la arena
Sube la marea de la preñez amarilla
Del espectro;
Cómo su boca se abre
Sin estruendo;
Cómo su frente es un paisaje
Ya sin viento
Y un día breve es su mejilla.
En su mano derecha
Hizo su tálamo el tiempo.
El cuarto es un planeta a la deriva
Que encallará en su pecho.
El gruñido lejano de una puerta
Desova la noche entre sus huesos.
¡Qué proa su nariz hendiendo el alba!
Un invisible animal se duerme en sus cabellos.
Juan Bañuelos