TRADUCCIÓN DE JOSÉ-MARIA DE HEREDIA
LA FUENTE
Yace entre yerba y zarzas el altar escondido;
y la fuente que cae gota a gota ignorada,
va con su son quejoso llenando la hondonada.
Es la Ninfa que a solas llora un eterno olvido.
El inútil espejo que se tiende bruñido,
apenas copia el vuelo de paloma azorada,
y la luna que boga por la extensión callada
refleja allí su triste rostro empalidecido.
Pastor errante, a veces se acerca en el verano;
bebe, y en losa antigua, del camino a la vera,
riega un poco del agua que le sobró en la mano,
Ademán heredado hizo con fe sincera,
y sus ojos no vieron en el altar romano
el vaso libatorio y al lado la patera.
Ismael Enrique Arciniegas