TRADUCCIÓN DE JOSÉ-MARIA DE HEREDIA
BACANAL
Por la orilla del Ganges suenan vivos clamores,
Los tigres, dando fieros rugidos penetrantes,
saltan, rotos los yugos, y en fuga las Bacantes
destrozan la vendimia, por los valles y alcores.
Rompen uñas y dientes pámpanos cimbradores
que enrojecen con sangre de uvas, incitantes
gargantas, y se tienden las fieras jadeantes
entre púrpura y fango, del sol a los fulgores.
Sobre cuerpos convulsos y con sangre teñidos,
bostezando los tigres, o entre sordos rugidos,
una sangre olfatean más roja y más caliente.
Pero el Dios, embriagándose con tal fiesta inaudita,
con el tirso y los gritos a las fieras irrita,
y une en tanto a la hembra con el macho rugiente.
Ismael Enrique Arciniegas