MAÑANA DE PROVINCIA
Los pericos despiertan con ruidosa alharaca
La casita rural,
Y al ternero hace tiempo lamiendo está la vaca
Al través de la cerca de guaduas del corral.
Llora el niño en su hamaca,
Mientras busca la madre diligente un pañal,
Y dice «¡Buenos días!» muy contento en su estaca
El lorito real.
Poco a poco la aurora,
Cual bendición de Dios, los altos cerros
Y el hondo valle dora;
Lejos, en la montaña, se borran las neblinas,
Y en el patio hay pelea de gatos y de perros
Entre un gran alboroto de pavos y gallinas.
Ismael Enrique Arciniegas