LAS PARCAS
Nadie lo dice, pero las Parcas
no son tres hermanas vestidas de blanco,
sino existe una para cada cuerpo
y las llevamos adentro como saliva y sangre.
No las parió el Erebo de la Noche,
sino el Minuto terco con la Sombra,
y ellas nos paren a nosotros todo el tiempo.
Si una hila, otra devana y otra corta,
parcas en palabras y en costumbres,
su parquedad es engañosa,
porque las tres atacan con tijeras
las piernas y el pecho de la gente.
«Atropos, Cloto, Laquesis» susurran los instantes.
Homero Aridjis