MEDUSA
Medusa no murió
en el panteón de las mitologías,
vive oculta en nosotros
con sus ojos rabiosos.
No tiene género ni lugar preciso,
en nuestro cuerpo crece cada día
como una enfermedad que mata poco a poco,
como una furia de nuestro ego antiguo.
Para hallarla nada más falta ver
la cara del cáncer,
las serpientes que se caen del pelo
y el hombre que se rompe como un niño.
Homero Aridjis