ZAPATA
No murió acribillado
a la puerta de la hacienda
ese día de abril
cuando los soldados
a la última nota
del toque del clarín
le vaciaron dos veces
la carga de los fusiles
dicen los que lo vieron
que en su caballo blanco
resistente a las balas
a los hombres y al tiempo
a galope tendido
entró a la muerte entero
Homero Aridjis