Es un tocón el tilo
por el que cuando niños
hablábamos con Dios
despintadas están las paredes
del cuarto en que nuestros padres
parecían sin edad
la carcoma trabajó la madera
de la ventana perpetuamente azul
* *
y el pan de lo eterno
fue consumido por el moho
la siempre luz presente
abre hoy nuestros ojos
y como entonces Dios
está en el día siguiente
Homero Aridjis