RUYSBROECK
En el Valle Verde
en la oscuridad
toca apenas
su rostro sagrado
como una luz
su mano
elevándose en signo
ilumina a los otros
su cuerpo es transparente
y en su interioridad
los pensamientos se mueven
como llamas blancas
en torno
el día comienza o acaba
y la alegría
como un paraíso
que el instante difunde
se dirige a todos
Homero Aridjis