SURSUM
Pálido cirio su plegaria reza
delante del altar; un incensario
alza nubes, y llora el campanario...
¡voluptuoso ambiente de tristeza!
Allí, como el galán de la Pobreza,
descansa en el Señor un solitario,
que entre las negras fauces del osario
dejó caer su lánguida cabeza...
¡Dadme a gustar la miel de lo divino,
dadme a leer el viejo pergamino
con sus himnarios de perfiles rojos:
quiero subir a la impasible altura
donde se ahoga en luz la noche oscura
¡y mira Dios con sus azules ojos!
Guillermo Valencia