HUMILDAD
¡Hombre sencillo que tu pan coccionas
en fogones que son de tu alimento
la alegría frugal, el condimento
con que en tu casa la escasez sazonas!
¿Dije tuya? ¡Perdón, porque perdonas
aunque hambre tienes y a la vez sediento
vives sin casa y cruzas como el viento
sobre la grieta vegetal que abonas!
Es tu ventura: ¡apaciguar rebaño
que no es el tuyo! ¡En una sementera
que es la del otro, recogerle al año
su ración de semilla forrajera,
y calentar en el rincón extraño
la humilde sopa en infeliz caldera!
Germán Pardo García