IDENTIDAD
¡Sólo el que tuvo entre su mano azada
te puede comprender, dócil obrero!
¡Solamente un antiguo jornalero
conoce tu amargura asalariada!
¡El que tenga en la sien una cortada
que humanamente le trazó un acero
de filo laboral, será el primero
que descubra el dolor de tu pisada!
¡Hueles a fruta, a capsular colmena!
¡A sudor, a tubérculos, a plato
donde abundaran panes y tocinos!
¡Y aunque escondas la harina de tu pena,
llegarán hasta ti por el olfato
los rastreadores perros campesinos!
Germán Pardo García