APOTEOSIS DE LOS SENTIDOS
¡Cuánto gozo, criatura estridularia,
con tu rumor! ¡Qué gloria en los sonidos!
¡Qué preludio genésico en los nidos
y en las noches qué música estelaria!
¡Qué júbilo al mirar una araucaria
con los trémulos brazos extendidos,
mientras se abren acústicos sentidos
hacia otra dimensión imaginaria!
¡Y es en el trance de ofrendar la vida,
cuando el centauro que en las venas siento,
se ensoberbece al contemplar vertida
su sangre intensa! ¡Y de existir sediento,
un rayo de la Luz Inconocida
le hace estallar el corazón violento!
Germán Pardo García