LA VIRGEN DE LOS BOSQUES
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Tú rompes las distancias y apareces
en mi bosque de sueños sumersivos.
Allí mis muertos y mis grandes vivos.
Allí en un tallo cervical tú creces.
Eva desnuda, caminar pareces
con majestad de yegua, y los olivos
de tus muslos me ciñen abrasivos,
y a mi descarga visceral frondeces.
Adán desnudo te cabalgo y siento
que vuela todo mi acanteramiento
y soy celeridad incontenida.
Adán desnudo te cabalgo, ¡oh dura
mujer de vientre capsular, impura
como el estiércol gestador de vida!
Germán Pardo García