LA VIRGEN DE LOS BOSQUES
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Mis acontecimientos primordiales:
amar, comer, vestir, ser meridiano,
a ti los subordino como a un llano
y a sus parcelaciones frumentales.
Con mis dientes carnívoros, iguales
a los de un perro, te asedié la mano,
verde mujer de un verde anteverano
y de unos movimientos animales.
¡Ah de mi idolatría! por tus hombros
de alcaparra en injertos de verbena!
¡Ah de mis arborícolas escombros
y mi caducidad entre la arena!
¡Del río hidratador de los asombros
que me inundan de ti, virgen de avena!
Germán Pardo García