MARAVILLOSOS ÁNGELES
Maravillosos ángeles sin llanto:
vuestros ojos zafiros encendían.
Así desde la tierra se veían:
desnuda claridad, nubes sin llanto.
Maravillosos ángeles del canto:
vuestras voces laúdes parecían.
Así bajo la tarde se sentían:
laúdes ante el sol, liras del canto.
Espumas disolviéndose en los ríos.
Veloces claridades, sueños fríos
de la luz, transparencia de los tules
en las danzas, las músicas y el canto.
Maravillosos ángeles sin llanto.
Irresistibles ángeles azules.
Germán Pardo García