LOS ÁNGELES DE VIDRIO
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Y volaron los días y las cosas
tuvieron un sentido desigual.
Huyeron con las grises mariposas
los ángeles de harina cereal.
He vivido otras vidas poderosas.
Médulamente. Vida visceral.
Mi espíritu de arterias tempestuosas
se desbordó a vivir, vuelto raudal.
Mucho más que otros seres he vivido.
Más que la vida. Y al pisar olvido
sobre ese pastizal donde nací,
a mi pueblo de burda utilería
pregúntole como antes: ¿todavía
tus ángeles de vidrio están allí?
Germán Pardo García