LA CASA EN LA MONTAÑA
Semejante a un cuartel, mas sin soldados.
Allí vivió pacífico guerrero:
mi padre en su república de acero
cortador de cebada en los collados.
Gobernó a su país lleno de arados
y herramientas de filo jornalero.
Su insignia de combate fue un lucero.
Su bandera descansa entre granados.
Su cuartel sin soldados en la cumbre
de la montaña llénase de herrumbre,
de olvido que se olvida y que me hiere.
Su trinchera está sola. Contempladla
y al menos silenciosos respetadla.
Es el tributo a todo lo que muere.
Germán Pardo García