RUIDOS SOLEMNES
Sólo ruidos de un orbe que despierta
con la salud de su existir herbario.
Ruidos alucinantes del apiario
cultivador de la gramínea huerta.
La anatomía del terreno, injerta
profundos ruidos al canal acuario,
y un ronco alud del comunal pecuario
del monte cunde a la planicie abierta.
Los ruidos de la vida en el boscaje,
con la grandiosidad de lo salvaje
aturden los geológicos oídos.
Y cuando cesa el percutir violento,
la voz del hombre vegetal al viento
surge y corona los solemnes ruidos.
Germán Pardo García