SITUACIÓN INALTERABLE DEL JUSTO
Al ambicioso aterran los cuidados
De ser entre los hombres el primero;
Al avaro la sed del vil dinero,
Cercado, de temor por todos lados;
AI jugador la suerte de los dados,
De los dañosos naipes, y el tablero;
Al soberbio le ahoga su ardor fiero;
Al lascivo deseos no arreglados.
A éstos destruye la voraz conciencia,
Poniendo los delitos por delante,
Y dándoles pesar con su presencia:
Mas el justo, sereno su semblante,
Sabe la grande indubitable ciencia
De no temer a nadie ni un instante...
Gaspar María de la Nava Álvarez, Conde de Noroña