DESEO DE VENGANZA
ESCRITO EN UNA TARDE TEMPESTUOSA
¡Del huracán espíritu potente,
Rudo como la pena que me agita!
¡Ven, con el tuyo mi furor excita!
¡Ven con tu aliento a enardecer mi mente!
¡Que zumbe el rayo y con fragor reviente,
Mientras cual hoja seca o flor marchita,
Tu fuerte soplo al roble precipita
Roto y deshecho al bramador torrente!
Del alma que te invoca y acompaña,
Envidiando tu fuerza destructora,
Lanza a la par la confusión extraña.
¡Ven... al dolor que insano la devora
Haz suceder tu poderosa saña,
Y el llanto seca que cobarde llora!
Agosto de 1841
Gertrudis Gómez de Avellaneda