EN UNA TARDE TEMPESTUOSA
SONETO
Del huracán espíritu potente
Que hoy libre dejas la región precita,
¡Ven, con el tuyo mi furor excita!
¡Ven con tu fuego a coronar mi frente!
Deja que el rayo con fragor reviente,
Mientras cual hoja seca, o flor marchita.
Tu fuerte soplo al roble precipita
Roto y deshecho al bramador torrente.
Ven a librarme de la pena extraña
Que a un alma altiva con baldón devora
Y el brillo puro a la razón empaña.
¡Ven! y al inerte pecho que te implora
Da tu poder y tu iracunda saña,
Y el llanto seca que cobarde llora.
1841
Gertrudis Gómez de Avellaneda