LA GOLONDRINA
Vuelve, vuelve, golondrina,
Que ya Favonio se acerca,
Y las aves y pastores
Saludan la primavera:
En mis tranquilos hogares
Todos alegres te esperan,
Cual huésped agradecido,
Cual nuncio de buenas nuevas.
Aquí no hallarás los lazos
Que en los palacios se encuentran,
Y bajo el rústico techo
Seguros tus hijos quedan:
Aun está cual le dejaste,
Tu frágil nido de tierra,
Y al verle todos los días
Lamentábamos tu ausencia...
Mas tal vez en este instante
La costa africana dejas,
Cruzas el mar presurosa,
Y tocas nuestras riberas.
Ni en su margen te detienes;
Veloz hacia el Dauro vuelas;
Y el tierno pecho te anuncia
Que tus amigos te esperan...
No tardes, llega, avecilla;
Llega, y bienvenida seas;
Que Dios bendice el hogar
Que da asilo a la inocencia.
Francisco Martínez de la Rosa