SONETO XX
Iba encendida en amoroso celo
De su solo deseo acompañada
Por un monte de Caria apresurada
La blanca hermana del Señor de Delo:
Triste de ver que Apolo había del cielo
Caminado la más larga jornada,
Y tenía ya la hacha aparejada,
Con que aparta del mundo el negro velo.
Decía contra él: Febo envidioso,
Robador de mi gloria y de mi parte,
Cubre tu luz hasta que vea la mía.
Con estas voces llega a despertarte
Del dulce sueño, o Endimión hermoso,
Mas vióla antes el sol, y aclaró el día.
Francisco de Figueroa