SONETO XVI
En esta tierra estéril y desierta,
Y entre estas rocas ásperas y heladas,
Alegres plantas tuvo amor sembradas,
Y larga senda a mi decoro abierta.
Ahora yace mi esperanza muerta,
Y mi deseo las alas abrasadas.
Cayó por tierra, y fueron acabadas
Las horas breves de mi gloria incierta,
¡Ay cuánto en vano se desea y espera!
¡Ay de cuán cerca el bien huye y se esconde!
¡Ay qué amargo manjar es su memoria!
¡Ay cómo es la alegría breve y ligera!
¡Cómo el fruto a la flor tarde responde!
¡Ay cómo vende amor cara su gloria!
Francisco de Figueroa