A LA MUERTE DE GARCILASO DE LA VEGA EL MOZO
EN LA GUERRA, COMO TAMBIÉN LO FUE LA DE SU PADRE GARCILASO EL GRAN POETA
¡Oh del árbol más alto y más hermoso,
Que produjo jamás fértil terreno,
Tierno pimpollo, ya de flores lleno,
Y a par de otra cualquier planta glorioso!
El mismo viento airado y tempestuoso
Que tu tronco tan lejos del ameno
Patrio Tajo arrancó, por prado ajeno
Te deshojó con soplo presuroso:
Y una misma también piadosa mano
Os traspasó en el cielo, a do las flores
De ambos han producido eterno fruto:
No os llore como suele el mundo en vano,
Mas conságreos altar, ofrezca olores
Con voz alegre y con semblante enjuto.
Francisco de Figueroa