XLVII
EL VERANO
Te surco, arpono, enfilo, te requiebro
y en mar candente te convoco y llamo:
te quiero a solas en mis olas, clamo
tus ojos, sombra, boca, tu cerebro.
Te bogo, nado, te buceo, enhebro
en pespuntes tu orgasmo. Prendo, inflamo
tu pezón más orondo. Beso, lamo
tu muslo más rijoso, lo celebro
con lengua que suspiras y que imploras.
Y te espumas, mareas, bulles, ardes,
te derrites, licúas en mis manos,
y en mi remo te encajas, bramas, lloras,
en oleadas de noches y en las tardes
más soleadas de todos los veranos.
1935
Fernando del Paso