PALABRAS SINCERAS
Cuando pasen los años busca esta
página y recoge el beso que para li
deja en ella
Tu padre.
(En el álbum de C.*)
Abrí el libro, indiferente
Vi las firmas en las hojas,
Firmas ilustres las unas,
Desconocidas las otras.
Hallé después en los versos
Alabanzas y lisonjas;
Flores de trapo, vi muchas,
Y flores de ingenio, pocas.
Busqué las flores del alma,
Esas que escondidas brotan,
Ocultas como violetas
En un campo de amapolas;
Que perfuman nuestra vida
Arraigando en la memoria,
¡Y de esas flores del alma
Llegué á encontrar una sola!
No tiene potente ritmo,
Ni tiene lírica pompa;
Es una página humilde
Escrita en sencilla prosa.
Ni habla de tus ojos negros,
Ni un canto a tu gracia entona,
Ni tu ingenio peregrino
De paso siquiera nombra.
En cambio, ¡cuánta ternura,
Qué bien sentida y qué honda:
Cuatro palabras sinceras
Y en un beso, el alma toda!...
Y quedé meditabundo.
¡La vida es triste y es corta!
No sabrás mientras él viva
Lo que vale aquella hoja...
1893
Francisco A. de Icaza