PAISAJE DEL SOL
Azul cobalto el cielo, gris la llanura,
De un blanco tan intenso la carretera
Que hiere la retina con la blancura
De la plata bruñida que reverbera.
Allá lejos, muy lejos, una palmera
Tras unas tapias rojas, a grande altura,
Como el airón flotante de una cimera,
Levanta su penacho de fronda obscura.
Llego al lejano huerto; bajo la parra
Que da sombra a la escena que me imagino,
Resuenan los acordes de la guitarra;
Rompe el aire una copla que ensalza el vino...
Y al monótono canto de la cigarra
Avanzo triste y solo por el camino.
1897
Francisco A. de Icaza