CANILLITA
EN LA MUERTE DE FLORENCIO SÁNCHEZ
¡Siempre el mismo! Ingrato ¿Te parece poco
que jamás volvamos a encontrar tus huellas?
Sí, nunca hallaremos romero más loco
¡Qué cosas las tuyas! ¡Irte a las estrellas!
No mereces casi que así te lloremos
¡Irte a las estrellas! ¡Adiós, Canillita!
Siempre, siempre, ¿Sabes?, Te reprocharemos
que hayas dejado tan sola a Catita.
¡Por ella, su pobre pajarito bueno,
bésale en los ojos, Jesús Nazareno
que estás en la cruz!
¡Por ella que ahora se queda más triste
que todos los tristes que en el mundo viste,
ciérrale los negros ojazos sin luz!
Evaristo Carriego