SOLEDAD TARDÍA
Soledad, bien te busqué
mientras tuve compañía...
Soledad, soledad mía,
viniste cuando se fue...
De sus brazos me escapé
cuando en sus brazos dormía;
estar a solas quería
sin adivinar por qué.
Toda la noche vagué
por verte, soledad mía;
regresé rayando el día,
y dormida la encontré.
De puntillas me alejé
burlando su compañía
por hallarte, y no te hallé;
pero un día
que volví, no la encontré...
¡Ay, mi soledad tardía
viniste cuando se fue!
Lloré porque no podía
hallarte, soledad mía,
y lloro porque te hallé...
Enrique González Martínez