RUINAS
Sobre el marmóreo plinto donde lució la diosa
la desnudez impávida de su ideal cintura,
hoy trepa el verde musgo, y la arboleda obscura
sobre las ruinas tiende su clave rumorosa.
No acuden ya doncellas en turba bulliciosa
para ofrecer palomas de nítida blancura
Y picos de escarlata, simbólica figura
De los mullidos senos con su pezón de rosa.
No cruza ya como antes por la florida senda
La juventud dorada para llevar su ofrenda....
Cayó sobre aquel templo la sombra del olvido;
Pero el amor, que burla del tiempo los ultrajes,
Aún vive entre las ruinas: los pájaros salvajes
Buscan los rotos mármoles para labrar su nido.
1904
Enrique González Martínez