GRILLO
Un serruchito de oro
está cortando la noche.
El niño despierta, escucha,
y sonríe ruiseñores.
Pequeño violín oculto
en los trigos de la luna.
El niño tiende su alma,
hacia tu música fina.
Grillito, ramo de amores,
voz del silencio y del agua,
el niño vuelve a dormirse
con tu canción en los labios.
Eduardo Castillo